Hace unos años ví un libro en las estanterías de una tal Rhonda Byrne que se llamaba "El Secreto". Era curioso, porque si era un secreto, ¿para qué lo publicaban? Creí, por la portada, que era una novela de aventuras, así que como en ese momento de mi vidas no estaba yo para novelas, lo dejé estar. Hasta que una compañera de trabajo me cuenta que el libro va de que cualquier cosa que tu desees con fuerza, Se crearán una especie de ondas magnéticas que harán que el deseo se cumpla más tarde o más temprano. ¡Hombre, como en el episodio de La Que Se Avecina, que Koke decía "Universoooo, universoooo..."! Mira que yo he deseado ser alto y guapo en esta vida y me he quedado en normalito, del montón. Así que pienso que esta señora será la Wayne Dyer del nuestra década y venderá muchos libros de autoayuda (siempre he dicho que los libros de autoayuda se compran para no ir a un terapeuta y te acaba saliendo más caro, menos provechoso y yendo al terapeuta).
Pero me encuentro con que un montón de gente se sube al carro. Porque se venden más libros de autoayuda que de calidad, y donde hay negocio, se apuntan todos los sinvergüenzas. Y empiezan a salir más libros, del tipo "Tu sonrisa lo puede todo", "Al mal tiempo dos magdalenas", "Tu hundimiento, tu victoria", "Los tréboles de cuatro hojas molan" o "Donde se cierra una puerta haz un hueco con alegría". Y lo peor, conferenciantes de los de 300 euros la hora, programas de televisión con señores del pan Bimbo que fueron diputados de UCD aunque crean que no nos acordemos y masters de la alegría y el relativismo moral. Venga...
Venga, todos a ser positivos, que es lo más guay. ¿Te tiran del trabajo? Sé positivo. ¿Te quedas en la calle, sin un duro? Sé positivo. ¿Te desahucian el piso? Sé positivo. ¿Te deja tu pareja? Sé positivo. ¿Te atropella un coche y te quedas parapléjico? Sé positivo. ¿Muere toda tu familia en un tiroteo entre la Policía y una banda de narcotraficantes? Sé positivo.
¿Sabéis que es ésto? Una trampa
¿Pues sabéis lo que os digo? Que yo me guardo las sonrisas para cuando tocan. Que yo me bajo de este carro del positivismo. Que me cago en el flower-power. Que lo único que funciona es lo que durante toda la Historia de la Humanidad ha funcionado, desde que nuestra capacidad cerebral evolucionó, comenzamos a elaborar ideas complejas, y el primer instrumento que construimos fue... UN ARMA.
Cuando esos simios de mierda, sin pelo, que éramos nosotros, tuvimos que sobrevivir en el Kalahari, hace cientos de miles de años, no les sonreíamos a los depredadores ni teníamos pensamientos positivos para conseguir cobijo o abrigo. Éramos realistas, y vencíamos al miedo. Luchábamos, normalmente en grupo, por conseguir lo mejor para todos y para vencer, porque la suma de todos era más fuerte que muchos unos. No éramos individualistas. Incluso a veces nos uníamos con otros grupos para crear grupos más fuertes. Nos hizo sobrevivir poder estar de pie todo el tiempo y ser animales grupales. Lucha, alerta y grupo. No sonrisas, que ya veis para lo que les valen a los chimpancés.
Solamente saldremos de las malas situaciones recordando quienes somos y mirando a la realidad, por jodida que sea, de frente y a los ojos, sin miedo. Somos Homo Sapiens, debemos agruparnos, debemos reconocer el territorio, luchar con todas nuestras fuerzas (que no es lo mismo que usar la violencia contra los demás) para conseguir lo que queremos, y sonreír cuando realmente seamos felices. Pero no sonrías cuando luches. Nunca he visto guerreros sonrientes durante la batalla.
Os dejo este video de Barbara Ehrenreich, doctora en Biología, ensayista y activista social estadounidense, con un storyboard sobre su libro "Smile or Die" (Sonríe o muere):
